viernes, 28 de agosto de 2015

El currículo a debate

Las reformas educativas de las últimas décadas en la región han colocado al currículo como un foco importante. Ha sido centro de transformaciones, pero también de polémicas y debates. En más de un lugar, se ha llegado incluso a asimilar reforma curricular con reforma educativa. Así de trascendente se ha tornado el tema. Los puntos de debate en torno al currículo cubren una amplia gama de aspectos, empezando por el reconocimiento de que en muchos países las reformas curriculares se quedaron en el nivel de diseño. Es común la apreciación respecto a que en algunos lugares las transformaciones curriculares no ingresaron a las aulas o llegaron a ellas con múltiples mutaciones, distantes de las intenciones y estructuras con que fueron creadas en los niveles centrales de los sistemas educativos. 
El debate sobre el currículo  es por esencia permanente, aunque muestra momentos de especial intensidad y de cambio. Nuestra región atraviesa una situación particular de evaluaciones y replanteamientos de sus reformas. Sin duda, el momento constituye una oportunidad para renovar las miradas sobre viejos problemas, para incorporar enfoques innovadores, para colocar nuevos desafíos y proyecciones.
Las discusiones sobre el currículo refieren a temas esenciales que competen a todos. Las decisiones sobre qué enseñar, para qué hacerlo y cómo hacerlo entrañan dimensiones técnicas, políticas y culturales que involucran a la sociedad entera.



Las reformas y cambios curriculares continúan siendo uno de los temas que más interés suscitan en el mundo educativo. Académicos, profesionales de la educación y responsables políticos y técnicos que desarrollan su actividad en instancias y organismos nacionales e internacionales siguen dedicando mucho tiempo y esfuerzo a analizar y valorar las formas y los procedimientos más adecuados para definir y hacer realidad las intenciones educativas en el entorno escolar. Determinados aspectos del currículo siguen poniendo de manifiesto la tensión entre planteamientos y enfoques no coincidentes. Es lógico que sea así. En primer lugar, porque las disciplinas dedicadas a estudiar los fenómenos y procesos educativos y la metodología propia de estas disciplinas no permiten llegar a conclusiones taxativas que diriman las polémicas planteadas. La complejidad de un tema como el currículo, la variedad de realidades educativas sometidas a análisis y el acelerado proceso de cambio que tiene lugar en estas realidades hacen muy difícil asentar los enfoques curriculares. En segundo lugar, a la mayoría de estas debates subyace una divergencia de opciones ideológicas que no sólo son inevitables debido a la naturaleza social y socializadora de la educación escolar sino que, a nuestro juicio, son legítimas y deseables, siempre y cuando se hagan explícitas y puedan así ser analizadas y aceptadas o rechazadas por la sociedad.





http://unesdoc.unesco.org/images/0015/001516/151698s.pdf

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